MUY BONITO Y EMOCIONANTE

Hola amigos me paseaba por aca despues de muchooooooo tiempo que no escribia y decidi compartir con ustedes esto, yo lo encntre muy bonito, se los dejo y espero que les guste

Un viejo 737-200
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Él entro en el avion. Era un viejo 737-200. Hoy en dia casi no vuela. Dicen que consume mucho combustible para poco espacio que cubre. Dicen que es lento. Pueden incluso decir que es pequeño. Pero es el preferido de 9 de cada 10 comandantes que lo pilotaron.
Él entró sin ánimo, aspiró profundo, y dejo que sus pulmones se llenaran por aquel aroma caracteristico del interior de un avion, una mezcla de querosene para avión con el aire acondicionado apagado. No pregunten, es ese aroma. Observó un poco los asientos vacíos. Se acordó de la primera vez que pilotó el viejo 737-200, o 732 como es llamado también. Se acordó de la vibración de las turbinas al encender y el frío en el estómago que sintió entonces. Aquel avion entero bajo su mando. Todos confiando en él. La vida de 100 personas en sus manos, dependiendo de su juicio.
Lentamente anduvo por el pasillo, por donde alguna vez pasaron con los carros, la comida y la bebida. Si cerrara los ojos, podría oír y ver pasajeros pasando, yendo y viniendo al toilet, conversando con sus familias, también las azafatas sonrriendo entregando servilletas y auriculares a los pasajeros.
Llegó a la cabina, donde observó tranquilamente el panel, con todas las luces e interruptores tan familiares. Viviría para eso la vida entera si pudiera. Se sentó en la butaca del piloto y cerró los ojos. Ahora podia ver el trafico. Escuchar a los controladores que daban instrucciones a las aeronaves. Sentia la presencia del co-piloto a su lado y a veces un colega en el jump-seat.
Con las manos firmes en el mando, puede sentir el control de aquel pajaro de metal y alma. Si, porque no importa cuan avanzada es la tecnología del hombre, un artefacto de aquellos no saldría del piso si no poseyera un alma para volar. Una mano se posa en su hombro.
Querido, tenemos que ir.
Era su esposa. Estaba sonrriendo, con un gesto de pena y tristeza. Sabia lo que pasaba por el interior de su marido. El la miró.
_ Dime María, ¿cuántos años tengo?
_ Hoy cumples 70.
_ Setenta… ¿sabias que dentro de este avión pasé 30 de esos 70 años?
_ Si, lo sé.
_ Sabés, pensé que iba a morir volando. Nunca fue mi miedo. Fue mi voluntad. Ya en la escuela de vuelo, todo decían: "Si hay que morir, que sea volando, no es justo morir en tierra".
_Querido..
_ Sabes .. pienso que nunca nadie pensó en el despues. Yo no pensaba. Solo sabia que estaba destinado a volar. Y nunca me puse a pensar que un dia iba a tener que parar. Simplemente un día quería entrar en el avión como el piloto, el comandante. Pensaba que aquello iba a durar para siempre.
_ No digas eso.. tenemos hijos y nietos que te adoran.
_ Adoran, pero no deberían. Esta profesión me consumió. Rara vez la pasaba en casa contigo. Siempre de acá para allá. Este avión es el último 732 operacional en la compañía y en el mundo creo, ¿sabias eso?
_ No.. pero que suerte que tuvimos para que nos dejaran entrar antes de embarcar a los otros pasajeros, ya va a llegar la tripulación y tenemos que ir a sentarnos, junto con los demas.
_ Si… todavía conozco mucha gente aquí en el aeropuerto.. pude entrar aquí y ver todo un rato para sacarme el gusto.
Ella sonrió.. no habia mas para decir.
Él se levanto y se fueron a sentar en sus asientos, mientras los pasajeros entraban y ocupaban sus lugares. Los comisarios de a bordo inciaban el servicio, ayudando a las personas a encontrar sus asientos, ayudando con los equipajes y sacando dudas. Cuando las puertas del avión cerraron, se oyó la voz mecánica del comandante: "Señores pasajeros, buenas tardes, les habla el Cdte. Suares. Les doy a todos la bienvenida al vuelo 1322 de nuestra compañía. Hoy es un vuelo muy especial, pues éste es el ultimo vuelo de este avión 737-200 antes de ser sustituido por el nuevo Boeing 737-500. Tenemos también con nosotros en este vuelo de despedida al Comandante Loreiro, que voló durante 30 años solamente el 732, como nosotros lo llamamos. Hoy el Cdte. Loreiro cumple 70 años de edad y sería un gran placer tenerlo en la cabina de comando durante el vuelo".
Dicho esto, los pasajeros se dieron vuelta, buscando al anciano. Atónito, él se levantó, bajo una enorme cantidad de aplausos y se dirigió a la cabina. El comandante lo recibió con una gran sonrisa y se sentó en el lugar del copiloto.
_ Cdte. Loreiro, es un enorme placer recibirlo en la cabina y entrego a ud. el último vuelo de nuestro querido 732. Yo me quedo aquí de copiloto, en caso que no se acuerde algua cosa.
Con los ojos llenos de lágrimas y sin articular palabra, él miraba al Cdte. y a su lado el asiento del piloto libre, temiendo despertarse en cualquier momento.
_ Con todo respeto, - logró decir finalmente - en algín momento de mi vida me olvidé como se hace esto.
_ No lo dudo, Cdte. Loreiro, no lo dudo. Pero su fama como piloto es legendaria, y si no fuese por ella, jamas hubiéramos tenido permiso de la compañía para que ud pilotase. Ahora sería bueno salir, ya que estamos atrasados.
Asi es que se sentó, y su expresión se modificó y sus gestos se tornaron precisos y mecánicos. El avión se tornó parte de su cuerpo. Todos los procedimientos hacían parte de un ritual sagrado que él interiorizaba tan bien como el acto de andar, masticar o parpadear. Por la radio, pidió autorización para rodar a la pista. En respuesta, otra sorpresa. El conocía aquella voz...
_ Antuña??- preguntó.
La respuesta vino precedida por una carcajada.
_ Entonces Loreiro, ud. piensa que es el único viejo suertudo que va ha tener la oportunidad de despedirse de esa ojalata? En nombre de todos los controladores, jubilados y activos, le doy mis felicitaciones por su cumpleaños y le deseo un hermoso vuelo. No podría estar en mejores manos.
Dejando caer una lagrima rapidamente, dijo:
_ Es bueno saber que no soy el único viejo gagá en este aeropuerto. Ahora me da autorización antes que quede en el último lugar de la fila.
_ No se preocupe , parece que todos los Comandantes saben del evento y esperan verlo despegar a ud. primero, en el ultimo vuelo del 732, "el águila de Loreiro".
_Uh, hacia tanto tiempo que no escuchaba esa expresión.. bueno.., entonces tenemos platea, que el show sea bonito. Rodando al punto de espera de pista 09L.

Es dificil describir lo que sentía en su interior. El despegó al son de los aplausos de los pasajeros y de la torre de control, fue saludado con entusiasmo por el personal de Control Radar. Paso los 20 mil pies y cuando al final niveló la aeronave a los 33 mil pies. Murió.
Hoy en dia, quien visita su lápida, puede leer: "piloteó para vivir y piloteó para morir". Debajo de ella, una foto del viejo Cdte. en frente al 732. En la foto, dice: "Loreiro y su águila. Uno no viviría sin el otro."